Perfume dulce: los orígenes de Angel
La fragancia encuentra su inspiración en los recuerdos de la infancia de Thierry Mugler: el aroma evoca los alegres tés con pastas en Vittel y el sabor de las manzanas de caramelo y del algodón de azúcar que devoraba en los mercados y ferias de Estrasburgo. Elaborada con la ayuda del perfumista Olivier Cresp, la fragancia Angel reinterpreta el aroma de los pasteles, los postres y los dulces. Gracias al compuesto de etil maltol, se recrea la clásica confitería de las ferias, lo que da su firma indulgente a la fragancia Mugler: femenina e inimitable. El resultado: Un perfume gourmand cautivador que nos hace viajar a través de nuestra memoria.
Esta audaz creación ha permitido a mujeres de todo el mundo jugar con su dualidad. La fragancia de vainilla de Angel, identificada como un juego entre la inocencia y la sensualidad, entre la suavidad y la fuerza, ofrece el poder de la metamorfosis.
Una creación única y un emocionante juego entre las múltiples facetas.
La esencia de la feminidad.